jueves, 18 de septiembre de 2008

Pluricandidaturas, pluriporqueria (lo dijo Fidel)

La descomposicion institucional no viene sola. No solo se delata en los balances, en los resultados deportivos de la ultima decada o en la destruccion de la identidad y prestigio en todos los niveles.
Los clubes son el reflejo de las sociedades pero tambien son el espejo distorsionado de la morfologia de sus dirigentes.
La atomización de caciquillos es fruto de años y años de concentración de poder. Desaparecidos los papas, los caudillos solo quedan pequeñas fracciones políticas de escasa convocatoria.
El club en manos de su principal acreedor, sin norte y con muchisimas ganas todos de opacar a las pocas figuras no quemadas que vayan quedando, no sea cosa que alguno de ellos se erija en líder.
Alcanza con lanzar a la cancha 3, 4 o 5 listas con personajes que pueden tener experiencia o no en el club, para que se pulverice la menor oportunidad de renovación posible.
Lo importante es dos o tres familias mantengan el control del club y que Peñarol se convierta en el ultimo refugio de poder de los que ya no tienen tanto poder y que solo les queda Peñarol.
Solo la fuerza de la dignidad de un grupo de personas puede permanecer enhiesta ante tanta liviandad de aspiraciones. Pluricandidaturas que delatan las habilidades de viejos titiriteros que no dejaron por decadas crecer ni un pasto en Peñarol..
La atomización electoral va a traer aparejada nuevamente la intencion de parte de quienes controlan el club hoy, de conformar una lista única. Va a quedar tan patentizada la realidad fracturada del club que al final, los grupos dominantes propondran como unica salida civilizada una gran alianza. Es tan obvia la insinuacion en estas epocas que ya nos estamos adelantando a los hechos futuros.
Y la idea en si no es mala. Lo malo es que la alianza no se instrumenta para el cambio sino que por el contrario, la alianza se planea para los que mismos que gobiernan Peñarol lo sigan haciendo. Los demas seremos el casting que lentamente se va ir desgastando con el tiempo.
No hay que desechar las ideas a priori, no es propio de las personas inteligentes.
Pero como decia un viejo dirigente del futbol: "yo te puedo acompañar hasta el cementerio, pero no me voy a enterrar contigo".
Es de buen peñarolense saber decir no a lo que no le conviene al club.

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